Artista plástico mexicano, uno de los más valorados en el circuito internacional, autor de una obra amplia y polivalente que abarca desde la escultura hasta las instalaciones espontáneas, pasando por la fotografía, el vídeo, el dibujo y el arte-objeto.
Considerado uno de los diez creadores más importantes e influyentes del mundo, quizás el mayor renovador de las artes plásticas de los últimos años, la obra de Orozco resulta imprescindible en cualquier acontecimiento importante de arte contemporáneo y enriquece bienales y museos de Europa y América.
Desde mediados de la década de 1990 se le consideraba el más significativo e indefinible renovador, y corroboraba lo atrevido de sus ideas cada vez que exponía, por ejemplo, una caja de zapatos. “Una cosa vacía de significado, recipiente de polvo y caja de la nada”, decía. A los comentarios más hostiles, entre el alud de críticas que recibía, respondía: “Sí, cualquiera pudo hacerlo, pero yo tuve los huevos”.Considerado uno de los diez creadores más importantes e influyentes del mundo, quizás el mayor renovador de las artes plásticas de los últimos años, la obra de Orozco resulta imprescindible en cualquier acontecimiento importante de arte contemporáneo y enriquece bienales y museos de Europa y América.
Por contra, respaldaba con impresionante prueba fotográfica la concentración y minuciosidad que requerían muchos de sus trabajos. Por ejemplo, en Black Kites, una calavera que en 1997 cubrió con franjas entrecruzadas hasta formar un ajedrez desfigurado. Orozco decía dibujar así en la tercera dimensión. Cuando salía a la calle no llevaba ni una cámara, pero con su método de trabajo quería “generar un espacio de resignificación o dislocación y reconsideración” de su entorno.
La D.S. es una de las obras más grandes de Orozco: cortó un Citroën DS en tres partes, a lo largo, quitando la sección del medio y uniendo las dos restantes, para formar un coche con forma de flecha, 63,5 cm más pequeño que el original. Es posible sentarse en el nuevo vehículo, y las puertas y cajuela se abren, aunque no fue hecho para manejarse.
La DS
La DS
este autor me gusto mucho por que de algo inisual lo combierte en algo creativo y con arte, esa mesa de billar y la calabera pintada con cuadros lo hacen extrabagante y unico en el sentido de que a cualquiera se le puede ocurrir lo que hace pero el es el que se anima hacerlo.
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